Hace unos 13 años me compre un Suzuki Vitara para poder disfrutar de la naturaleza y recorrer las inumerables pistas forestales que hay por nuestro pais.
Lo equipe con lo minimo, defensa, estriberas, una emisora de 27mh, y un baúl con todas las herramientas, cuerdas y trastos que iba encontrando que creia podrían serme utiles alguna vez.
Y durante 10 años fue mi compañero inseparable de aventuras, con él viví aventuras de todos los colores, pero nunca me dejó tirado.
En aquellos tiempos era fiel seguidor de la revista Auto verde 4X4 e intentaba hacer algunas de las rutas de las que salian publicadas.
La más espectacular y que repetí en tres ocasiones fue por la comarca del solsones, las tres veces con diferente suerte.
En la primera iba solo y me perdí, pues no podía conducir y controlar el rutometro a la vez, el paisaje me dejaba alucinado.
Repetí al cabo de un tiempo con la que ahora es mi mujer y la verdad, vaya diferencia, tuvimos tiempo hasta de parar para comer en pleno Pla de Busa, a la orilla de un barranco impresionante.
Y la última vez, aparte de mi mujer me lleve a su hermana, el marido de ella y la niña de 1añito.
La verdad es que ir con mi Suzuki por la montaña era una gozada, al ser pequeño ratoneaba por todas partes.
Como colaborador de Coronel Tapioca, tube la oportunidad de participar en un curso de conducción todoterreno que me fue de gran ayuda, ya que aprender solo a base de errores puede salir caro a veces.
Las fotos pertenecen a ese cursillo que realizamos en Alcarras (Lleida) y la verdad mereció la pena, mi pequeño no tubo nada que envidiar a los Toyotas, Land Rover o Mitsubishi que participaron en la experiencia.
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